Hace unos años que se discute la posibilidad de la llegada de una nueva glaciación. La última (de unas 5-8) finalizó hace unos 10.000 años, y desde entonces se ha producido un aumento progresivo de las temperaturas, solo interrumpido por la Pequeña Edad de Hielo (s.XVII-XIX), y acrecentado en las últimas décadas por el efecto invernadero producido por el CO2. Precisamente este repunte de las temperaturas está produciendo un aumento muy importante del deshielo en los polos, especialmente en el polo norte. Una de las hipótesis sobre como dio inicio la última glaciación habla del desprendimiento desde Groenlandia de masa continentales de hielo. Estas masa de agua muy fría y relativamente dulce chocó con la Corriente del Golfo, que sube al Ártico desde los Trópicos siguiendo la costa este de los Estados Unidos, y consiguió bloquearla en gran medida. Pues hace unos meses meteorólogos polacos y rusos han avisado de que este invierno podría ser el más frío del último milenio, e incluso alguno ha pronosticado que el invierno del 2014 podría dar inicio la siguiente glaciación. Dejando de lado la veracidad de las predicciones (el tiempo dirá), las consecuencias que tendría a nivel mundial serían desastrosas. La mayoría de Europa por encima de los Pirineos podría quedar cubierta por el hielo, y por lo que concierne a España, las temperaturas podrían caer hasta 10ºC de media con una considerable disminución de la precipitación. En América del Norte Canadá también quedaría bajo el hielo, y gran parte de Rusia dejaría de ser habitable.
La migraciones masivas y la falta de recursos alimentarios podrían dar lugar a una economía de subsistencia en la mayoría de lo que actualmente llamamos primer mundo. Los ya de por sí sobrepoblados trópicos tenderían a recibir grandes masas de población en busca de alimento y temperaturas elevadas. Además durante las glaciaciones (que pueden durar decenas de miles de años) el hielo perpetuo y las condiciones meteorológicas se retroalimentan, dando lugar a un ciclo difícil de romper. Actualmente la Corriente del Golfo se está empezando a debilitar a la altura de Terranova, al agua cálida le cuesta llegar al Ártico, y las primeras consecuencias se están dejando notar en Islandia, Groenlandia y Escandinavia, con temperaturas claramente por debajo de las usuales de la época.
La película "El día de mañana" escenificaba muy bien los primeros síntomas de una glaciación, con una bajada brusca de la temperatura. Estos cambios bruscos pueden producirse en solo 5-10 años a partir de una situación normal como la actual.
Que Dios nos pille confesados, en todo caso, habrá que ir pillando sitio en las Canarias. Pero yo este invierno tengo un viaje pendiente a Siberia, no sé, no lo veo claro, ayer ya estaban a -20ºC.
Un saludo
