jueves, 1 de marzo de 2012

ÍO, EL SATÉLITE MISTERIOSO

El 7 de enero de 1610 en Padua (Italia), Galileo Galieli descubrió las 4 lunas más grandes de Júpiter, entre ellas la más cercana, Ío. Nadie podía imaginar que había descubierto la luna más peculiar de todo el sistema solar. Pero nadie lo supo hasta el 5 de marzo de 1979, 369 años después, en que la sonda Voyager 1 se acercó hasta los 20.000 km. de Ío. En las fotografías se observan nubes de hasta 300 km. de altura que revelan el mayor vulcanismo activo de todo el sistema solar. El motivo de dicho vulcanismo provocó conflictos científicos, ya que se pensaba que ningún satélite a dicha distancia del sol podía generar calor interno. Finalmente se descubrió que la causa de las altas temperaturas alcanzadas es el campo gravitacional y las fluctuaciones de la superficie (de hasta 100m.) debido al alineamiento de Júpiter, Ío, Europa y Ganímedes. Las temperaturas pueden llegar a los 1600ºC y existen lagos de lava a 17ºC, aunque la temperatura media del satélite es de alrededor de -140ºC. Los volcanes de Ío expulsan dióxido de azufre, y se cree que existen lagos de azufre fundido y ríos de lava de centenares de kilómetros de longitud. En total tiene unos 400 volcanes en sus 3.642 km. de diámetro. Abajo se observa una fotografía real tomada por la sonda Galileo en el año 2000.

Que sorpresas nos debe aun guardar...